Wasting my "mature" years
No sé si es el Alzheimer
precoz el que consigue que se me disipen las ideas delante del ordenador. Mi “tanto
por decir”…
En breve hará 3 años que
mi padre se fue. 3 añitos ya…
Yo vivo en mi depresión,
encubierta o cada vez más al descubierto, pero delante del personal debo
disimular de lujo, como tantas otras cosas…
Luego me emociono en el
bar con una canción que me remueve a altas horas de la noche. Quedo de
desequilibrada y ya está. Lo estoy, probablemente. Pero no más que la inmensa e
inconsciente mayoría.
Me cansa un poco el
engaño de andar por casa. Casi que para montarme películas mejor hacerlo a lo
grande, y fantasear. Porque la realidad es bastante lamentable. Pensarlo
objetivamente me avergüenza demasiado. Las semanas se van esperando señales,
esperando a mi manera, que no llegan o no de la forma en que me gustaría. Luego
los veo y me revuelvo, si son igual de patéticos que el resto. Y están
expuestos a la misma mierda, que el riesgo es para todos, no sólo para mí.
Aunque me pase los días sufriendo por librar, un poco más. Mi enfermedad madre.
Pretendo su reacción. De
qué. Lo que me hace falta es un chute de aire fresco, al menos en bajas
pasiones y miserias. O limitarme a lo demás, que lleva una trayectoria
relativamente más tranquila, aunque un poco menos viva, también. Los parches no
sirven para nada.
Tengo mucho bueno, pero
me queda la frustración del quiero y no puedo, de los sueños de grandeza, y la
amenaza del reloj avanzando a toda velocidad, que nunca se me olvida…
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