Escarmentar
Cuando me miro al espejo, dejo pasar los minutos y cada vez me gusta menos lo que veo.
Cuando olvido mis prioridades y me preocupo por trivialidades de las que juré no ocuparme.
Cuando vivo en el mundo de la gominola... hasta que la realidad me da su toque de atención.
No voy a esperar a nadie, no hay votos de confianza, ni juegos de “ahoraqueyosítuno y ahoraqueyonotusí”.
Y si tú no te das cuenta el problema ya no es mío.
A mis inmaduros 27 (casi 28) años, no pienso consentirlo.
Nunca.
Cuando olvido mis prioridades y me preocupo por trivialidades de las que juré no ocuparme.
Cuando vivo en el mundo de la gominola... hasta que la realidad me da su toque de atención.
No voy a esperar a nadie, no hay votos de confianza, ni juegos de “ahoraqueyosítuno y ahoraqueyonotusí”.
Y si tú no te das cuenta el problema ya no es mío.
A mis inmaduros 27 (casi 28) años, no pienso consentirlo.
Nunca.
(O por lo menos así debería ser)
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