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Mostrando entradas de noviembre, 2009

4 puertas

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Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades. La primera puerta es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando la primera puerta. La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que “el tiempo lo cura todo” es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta. La tercera es la puerta de la locura. A veces, la

Jodidas butterflies...

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Ser valiente es más fácil cuando todo está bien, pero tiene más mérito cuando ocurre lo contrario, así que este es otro buen momento para intentarlo. Demasiadas tareas pendientes y mucho por cambiar todavía, empezando por mí. Vivo en la encrucijada. Tengo que aprender algunas cosas importantes: A dejar los excesos, porque pueden pasar factura, que a los demás les siente bien no implica que conmigo funcione de la misma manera. Así que este sábado mi música, mis series y mis divagaciones serán mi mejor compañía. A mirarme en el espejo y que me guste lo que veo, un poco más cada vez , y no lo contrario... o el resto será una causa perdida. A disfrutar de los días que pasan sin ni siquiera darte cuenta, porque yo soy la clave para que sean importantes A olvidar lo que no puedo controlar, y luchar por lo que sí... Hoy las mariposas no están dentro de mis planes. “ Jodidas butterflies” Comentábamos hace unos años el que por aquel entonces era mi mejor amigo y yo. Y teníamos razón...